El nivel de actividad de los talleres vuelve a descender entre los meses de enero y junio en torno a un 7 por ciento. Desde el inicio de la crisis, las empresas del sector acumulan una caída de la demanda superior al 20 por ciento.
La evolución mensual indica que marzo ha sido, de momento, el peor mes del año, y abril, el mejor y el único por encima de la media de los dos últimos años. En mayo y junio se ha producido un leve repunte si lo comparamos con los tres meses iniciales, pero la proximidad del verano y la tradicional afluencia de vehículos al taller en estos momentos dibuja en las tablas estadísticas una suave línea hacia arriba en lugar de la pronunciada curva de ejercicios anteriores a 2010.
Por especialidades, y poniendo de manifiesto en todo caso la fuerte reducción de los márgenes comerciales en todas ellas, la electromecánica está soportando mejor el momento económico, este año especialmente a partir de abril, con la excepción de los servicios de neumáticos, que siguen manifestando su preocupación por la atonía del mercado y por la creciente demanda de unidades usadas por parte de los usuarios. Los talleres de carrocería suman menos intervenciones debido al descenso de la siniestralidad y del número de pólizas de todo riesgo en el mercado, y acusan un fuerte retroceso en su rentabilidad por las presiones de las compañías de seguros para abaratar sus costes de reparación.
CONEPA y ASETRA subrayan el deterioro progresivo del parque automovilístico español y sus consecuencias en la seguridad vial. Los principales medios de comunicación se han hecho eco de las preocupaciones de los talleres en vísperas de las grandes salidas vacacionales.